Este sábado por la noche la Liga Nacional de Básquet estrenó un nuevo documental de la serie "Campeones De Liga", esta vez el turno fue para Olimpia en la temporada 1995/1996; uno de los mejores equipos de la historia del deporte argentino.
Olimpia sería el dueño absoluto y el gran protagonista de La Liga Nacional 1995-96. No solo se quedaría con el campeonato local sino que también obtendría la corona de La Sudamericana y participaría en la Copa Intercontinental. Jugadores polifuncionales, hambre de ganar, disciplina y fuertes deseos de alcanzar la gloria. Uno de los grandes equipos de la historia.

Este documental contó con la palabra y los testimonios de Horacio Seguí, Lucas Victoriano, Jorge Racca y Walter Guiñazú.
La final de La Liga Nacional la jugarían luego de la finalización de La Liga Sudamericana. En siete juegos, Olimpia vencería a Atenas de Córdoba, en una serie donde cada equipo haría valer su localía. Justamente, el elenco de Seguí entraría en esta etapa invicto en su cancha: 26 partidos.

El armado del equipo
Horacio Seguí rememora la conformación de aquel plantel: "Al primero que convocamos fue a Todd Jadlow, un pivote (2.05) que tiraba muy bien de tres, corría bien los contraataques y tenía un gran porcentaje de tiro libre. Pedí que viniera Michael Wilson, pero su agente pretendía mucho dinero para el presupuesto del club. Finalmente llegó y fue una pieza que encajó perfecta. Comenzamos a jugar como si hubiéramos estado juntos toda la vida. Casi mágico. Encontrar el hombre justo para este grupo fue un gran hallazgo, un gran acierto. Conformamos un equipo que tenía las piezas correctas, todo lo demás fue desarrollo”.
"Hay dos aspectos que han sido importantes en mi forma de ver el juego. Primero, como lo que dijo Lucas, no hay excusas, los equipos que no tienen excusas van para adelante y por otro lado, el juego manda", sostiene Seguí.
"Era un equipo sin excusas. Siempre había que seguir para adelante", detalla Lucas Victoriano, otro de los protagonistas en el documental.
"Para mí fue un orgullo formar parte de ese plantel. Fue como amor a primera vista, la química que surgió entre nosotros", sostiene en el documental Walter Guiñazú.

La conquista de América
"Creo que en esa final nosotros demostramos que jugamos un poco a la brasileña. Rápido, defendíamos todo el campo. Nosotros nunca jugamos otro básquet, no especulamos ni tuvimos miedo a perder. Fuimos convencidos, de local ganamos bien y a Brasil también fuimos convencidos de terminar rápido la serie", detalla Jorge Racca sobre el título de La Liga Sudamericana.
"He vivido fiestas muy grandes, pero lo de Olimpia cuando volvimos de Brasil fue mayúscula. Cuando llegamos a Pergamino ya nos seguían muchos vehículos, pero entramos en la ruta 8 hacia Venado Tuerto, y la ruta se hizo de un solo sentido, la banquina estaba llena de gente y desde los campos se arrimaban a los alambrados máquinas y tractores, todos tocando bocina y con banderas de recepción. Se te eriza la piel. Nunca viví algo igual”. Palabras sobre el entrenador en aquellos momentos.

La final ante Atenas
"Llegamos a esa final creyendo que era el momento de anotar ese campeonato", indica Racca.
"Salí por seis faltas en el último partido y lo vi desde el banco. Cuando terminó sentí un alivio, después estudiando ese alivio me di cuenta que nosotros teníamos una sobrepresión de no haber perdido nunca en casa y no íbamos a perder el último juego", afirma Victoriano.
"Éramos dos equipazos que llegábamos a una serie igualada. Ellos por su historia y nosotros éramos candidatos por nuestro juego. Estábamos convencidos que podíamos ganar", señala Guiñazú.