Hoy por la mañana, M. acompañó a su hija de 16 años a una dependencia del Ministerio Público de la Acusación en la ciudad de Melincué para que la atienda y entreviste una psicóloga especializada. "Quiero ver a mi hija bien y no puedo. Se encierra, tiene miedo, no sale de casa. Se encierra en su cabeza. Ahora estamos esperando a que salga de la entrevista. Estamos mal, mal. Pero hacemos todo lo posible", dijo M., del otro lado de la puerta.
El fiscal de instrucción Horacio Pueyrredón, con despacho en Venado Tuerto, también está a la espera: Pueyrredón fue quien ordenó que la joven viera a la psicóloga. La entrevista no es únicamente un mecanismo de contención, sino una clave para conseguir información y ayudar a encontrar a los culpables de secuestrar y violar a la chica en la primera mañana de 2019.
M. y su hija son oriundas de Firmat, una ciudad agrícola de 20 mil personas donde Pueyrredón tiene jurisdicción como investigador. El 1° de enero a las 7 de la manaña, según el relato de la joven, dos hombres de cerca de 45 años de edad la secuestraron y uno de ellos la penetró por la fuerza. Fue un ataque que sucedió casi al mismo tiempo que el protagonizado por la manada de cinco surfers y rugbiers marplatenses en el camping El Durazno de Miramar con una niña de 14 años como víctima. Hubo apenas una hora de diferencia.
La adolescente había salido en una Ford Ecosport de la discoteca Hush en la calle 9 de Julio junto a su hermana de 28 años, su cuñado, una amiga y otro joven de Firmat al que conocía por redes sociales. Así, llegaron hasta la Plaza del Ombú, un espacio verde en el barrio Rucci, a pocas cuadras de su casa. La joven descendió de la Ecosport, el chico junto con ella y tomaron caminos distintos. Fue interceptada y atacada pocas cuadras después por dos hombres a bordo de un auto. "Dale, dale, apurate", dijo uno de ellos. Solo uno abusó de ella, en un lugar que no pudo identificar.
No le robaron. Le dejaron la cartera, el teléfono. Al salir, contactó a su hermana, que fue a buscarla. Hicieron la denuncia juntas en la Comisaría de la Mujer local.
Hasta hoy, no hay sospechosos identificados: el fiscal Pueyrredón cuenta con filmaciones que muestran el trayecto de la Ecosport y hasta una caída que sufrió la víctima al salir de la plaza. El testimonio de hoy será clave en varios aspectos ya que la víctima ajustó su relato a lo largo del tiempo, algo normal en una persona que fue atacada sexualmente, de acuerdo a los cálculos del fiscal. Hay un identikit del violador que se hizo en base a una descripción, pero todavía no fue publicado debido a que se esperaban detalles para la versión final.
Pueyrredón viajó siete veces a Firmat desde el momento del hecho para investigar en el territorio. Buscó hasta en registros de hospitales locales para encontrar hombres con heridas defensivas recientes. Las pericias al cuerpo de la víctima demostraron que existió una relación carnal y que tiene golpes en el cuerpo, algunos compatibles con la caída que sufrió. Se le practicó un hisopado a la joven en busca de tejidos y se peritará también ropa. La joven aseguró que su violador no usó un preservativo al atacarla.
El radio de sospechosos es amplio: pueden haber sido, apuntan voces del expediente, conocidos, amigos, personas cercanas. Se habla en la frecuencia baja de rumores de Firmat de "hijos del poder" que protagonizaron este ataque. Pueyrredón no lo considera en sus cálculos. "Los sospechosos tienen según la víctima cerca de 45 años. Tienen que ser hijos de gente muy vieja", dice alguien que conoce la marcha de la causa.
Por lo pronto, la familia de la víctima convoca a una marcha mañana en Firmat. Partirá a las 19:30 desde la esquina de Santa Fe y Colón.


Por Federico Fahsbender - Infobae