La reconocida artista venadense, Melanie Trifiletti, decidió alzar su voz en redes sociales para compartir una experiencia que, aunque profundamente dolorosa, puede servir para prevenir y alertar a otras personas. En un emotivo mensaje, relató cómo fue víctima de un intento de "sumisión química": le colocaron una sustancia en una bebida durante un evento nocturno.
“He decidido hablar después de unos días para poder procesar lo que pasó”, comenzó diciendo. La artista, que prefirió no dar detalles del lugar donde ocurrió el hecho, explicó que no busca señalar a un establecimiento o una situación particular, sino poner el foco en la gravedad de lo sucedido.
“El objetivo de compartir esto es generar conciencia”, afirmó Melanie y agregó: “Me pusieron algo en una bebida. Durante dos horas, literalmente, se me apagó el cerebro. No sé qué hice.”
Durante el tiempo que duró el efecto de la sustancia —que, según le explicó su médico, actúa en minutos y borra por completo la memoria—, la artista se comportó en “piloto automático”. Gracias a la contención de sus amigas, que advirtieron lo que estaba pasando, pudo evitar consecuencias aún más graves.
“Gracias a Dios estaba rodeada de gente buena. Pero me quedó una sensación horrible. Es una violación a la voluntad de la persona, a su conciencia. No entiendo cómo alguien puede hacer algo así”, expresó visiblemente conmovida.
Además, Melanie hizo un fuerte llamado a la comunidad: “Cuidémonos entre todos. Si salís, no te alejes de tus amigos. Asegurate de volver bien a tu casa, y de que todos los tuyos también vuelvan bien.”
Lo más alarmante, según reveló, es que tras hacer público el hecho, comenzó a recibir mensajes de otras personas, incluso hombres, que pasaron por situaciones similares: “Me enteré de más casos de hombres que de mujeres. A veces es para robarles, a veces para golpearlos. Sea como sea, no puede pasar.”
La talentosa cantante también habló desde su rol como docente y referente de muchas jóvenes: “Tengo muchas alumnas y sobrinas postizas que recién empiezan a salir. Necesitamos hablar con ellas. Esto no puede seguir pasando.”
Al cerrar su mensaje, dejó una reflexión potente: “Estas personas están ahí, dando vueltas. No podemos frenar la vida por ellas, pero sí podemos seguir trabajando y alertando mientras tengamos voz. Les agradezco y los quiero mucho.”