En el corazón del barrio Ciudad Nueva hay una mujer que no se detiene. Que, con humildad, esfuerzo y una sonrisa que nunca falta, ha hecho de la solidaridad su forma de vida. Ella es Natalia Díaz, la cara visible y el alma del merendero Los Peques, un espacio que durante siete años funcionó sin techo propio, pero con un amor que nunca le faltó. Ahora tendrá su techo propio: "Merendero Los Peques ya tiene su espacio físico, mas que feliz", comentó Natalia.
Hace apenas unos días, Natalia recibió una noticia que le cambió la vida: una casilla donada por Diego Ricci y el semillero Singenta será ahora el espacio físico definitivo de su merendero. Y así lo expresó con emoción: "Después de luchar durante 7 años, al fin llegó. Ahora a ponerlo como a mí me gusta y darle mucho amor para los niños. Se vienen muchas cosas. Gracias a Dios por la gran bendición, a mi mamá por dejarme ponerlo en su casa y a mi familia que siempre están."
Las felicitaciones no tardaron en llegar. Quienes conocen a Natalia saben que este logro es fruto de su entrega diaria. Porque además de servir la merienda a decenas de chicos y chicas del barrio, también organiza donaciones de ropa de invierno con su “ropero comunitario”, y cada año pone todo su corazón para que el Día del Niño sea una verdadera fiesta.
Hoy, Los Peques tiene su lugar, pero Natalia tiene mucho más: el respeto, el cariño y la admiración de toda una comunidad que ve en ella un faro de esperanza.
Ayudarla es muy simple: todo aquel que desee colaborar puede acercarse a Roberto Cavanagh 631 o comunicarse al 3462-606691.
Porque cuando una mujer se propone cambiar el mundo con amor, no hay nada que pueda detenerla.