Una grave denuncia por maltrato animal sacudió a la comunidad de Venado Tuerto en las últimas horas. La proteccionista local Graciela Dizu expuso públicamente el caso de un perro que vivía atado en condiciones deplorables dentro de un espacio reducido, a la vista de quienes asistían a un predio de eventos.
Según relató Dizu, el animal permanecía atado con una soga que le provocó lesiones en el cuello, sin resguardo ante las inclemencias climáticas. “Haga calor, frío, sople viento, llueva o caigan piedras, ahí lo dejan”, denunció. Incluso, mencionó que durante un reciente cumpleaños celebrado en el lugar, varios niños se sintieron angustiados al ver al perro y pidieron desatarlo.
La publicación generó una fuerte repercusión en redes sociales, donde decenas de personas expresaron su apoyo, preocupación y disposición para colaborar. “Hoy este perro necesita que entre todos lo saquemos de donde está. Hoy este perro necesita justicia”, expresó Dizu, visiblemente indignada por la falta de respuestas del sistema.
En diálogo con la comunidad, Dizu informó que luego de la viralización del caso, el dueño del perro lo habría trasladado a una quinta. Sin embargo, esto no trae tranquilidad: “Para mí esto no termina acá. Quiero y exijo saber dónde está. Quiero fotos de él viviendo dignamente”, reclamó, aludiendo a una frase tristemente común cuando se busca evadir la responsabilidad del cuidado animal: “Lo llevé al campo”.
Desde el Instituto Municipal de Salud y Convivencia Animal (IMUSCA), Inés Carusillo confirmó que la denuncia fue recibida y que ya se había notificado anteriormente al responsable del predio. Aun así, la situación no había cambiado.
La comunidad de proteccionistas y vecinos continúa reclamando justicia por el animal y exigiendo que se garantice su bienestar real. El caso pone nuevamente en foco la necesidad de hacer cumplir las leyes de protección animal, y de tomar acciones efectivas frente a situaciones de maltrato que, aunque visibles y repetidas, siguen quedando impunes.