La Provincia de Santa Fe está caliente y manchada de sangre. Con 14 muertes violentas en Rosario y un total de 22 en toda la provincia en apenas 13 días de 2020, el jefe de la Policía de Santa Fe firmó una resolución límite: desde este lunes los agentes tendrán permiso para llevar una bala en la recámara de sus armas. Esto significa, lista para el disparo inmediato.
En el artículo 2 de la primera resolución que firma en el año, Víctor José Sarnaglia, director general de la Policía santafesina, ordenó “instruir a todo el personal policial, a que según la situación policial en la que se proceda y los criterios de seguridad y de integridad física propia y de terceros que se deba adoptar, se habilite a dilucidar la posibilidad de poseer cartucho (provisto oficialmente por la Policía de la Provincia de Santa Fe) ‘en recámara’”. El documento giró a todas las dependencias policiales, incluidas las unidades regionales, instaladas en cada uno de los municipios.
Según el texto, la decisión se tomó “atento a las actuales situaciones de inseguridad reinante y de violencia inusitada en todo el territorio provincial, queriéndose resguardar la seguridad de toda la población santafesina y de todo el personal policial actuante”, como una “necesidad de la unificación de criterios de actuación y protocolo en la actividad policial".
De esta manera, al menos por ahora, queda cancelada una resolución de 1998 que disponía la prohibición del uso de cartuchos en recámara excepto “en casos en que la misma por razones de seguridad sea necesaria”.