La chica, que había sido raptada, pudo sacarle el celular al agresor y dar aviso. Hubo incidentes en la casa del acusado
Un brutal ataque sexual hacia una adolescente de 14 años conmocionó al barrio santafesino de Tablada, en la zona sur de Rosario. La víctima fue interceptada por un hombre que la raptó, la golpeó y quiso violarla en su casa. Afortunadamente, la chica pudo ser rescatada luego de aprovechar un descuido de su agresor.
Todo se desencadenó el miércoles a la noche, hacia las 22, cuando “A.”, la joven, salía de la iglesia. Estaba caminando por las calles Biedma y Alem cuando un hombre le pidió ayuda en su casa. En ese momento se produce una secuencia de horror que puso en riesgo la vida de la adolescente.
“Cuando se asomó le golpeó en la cabeza, la tiró al piso para atarla y le pegó, la quería matar”, contó la hermana ante la prensa.
El depredador sexual llevó a la víctima a su casa. Los allegados de la chica notaron su ausencia y realizaron dos denuncias en comisarías diferentes. Según el testimonio de los familiares y vecinos, “A.” aprovechó un momento de distracción para usar el celular del violador y llamó a la Policía. No dijo su nombre, ni habló. Dejó el altavoz prendido, lo que permitió al operador telefónico del 911 escuchar las amenazas a los gritos del hombre de 36 años.
“Al violador se le cayó el celular, ella lo agarró y lo escondió. A la una de la madrugada, ella llamó a la Policía para que escuchara lo que estaba pasando. Se escuchaba como él la amenazaba”, contó una vecina.
Personal policial pudo rastrear el llamado para buscarla y se acercó al barrio donde se producía el ataque. La secuencia no finalizó ahí. El atacante le dijo a la víctima que actuara y se haga pasar por un familiar. “Le dijo que se pusiera un vestido y que dijera que era su hermana porque sino la mataba. Pero mi hermana gritó y entró la Policía”, reconstruyó la hermana de “A.”.
La chica fue derivada con varios golpes en el cuerpo y en el rostro al Hospital de Niños Víctor J. Vilela.
El agresor fue detenido por la Policía. Sin embargo, el resultado del operativo no apaciguó la furia de los vecinos y familiares. Este jueves, el barrio se reunió frente a la casa del atacante, ubicada en Biedma al 900. Quemaron gomas, hicieron un piquete y le tiraron piedras al domicilio. Todos manifestaron su indignación al grito de “Queremos justicia”. Los efectivos resguardaron el frente del lugar, pero dejaron que se pronuncia la bronca del vecindario.
La investigación quedó en manos del fiscal Bianchini.