Han pasado siete años desde aquel llamado que quebró la vida de Sonia Sanchi. Siete años desde que la noticia más desgarradora llegó para quedarse y convirtió el calendario en una cuenta interminable de días marcados por la ausencia.
Juan Cruz Ibañez, un joven oriundo de Murphy que estudiaba en Rosario, fue asesinado brutalmente en 2018. Desde entonces, su madre lo recuerda cada día, con la misma intensidad, con la misma ternura que una madre guarda para siempre en el alma.
Hoy, Sonia compartió un mensaje que conmueve hasta los huesos:
“Hoy hace 7 años que recibí la llamada más terrible...
7 años sin poder besarte, sin poder abrazarte, sin poder acariciarte...
7 años que te llevo dentro de mi ser.
Te hablo en silencio... te siento a mi lado... te pienso cada minuto...
Serás siempre mi sol.”
En esas líneas se condensan el dolor, el amor infinito y la lucha interna de una madre que sobrevive cada día aferrada a los recuerdos, a la presencia invisible pero tan real de su hijo.
El crimen de Juan Cruz no solo dejó una herida profunda en su familia y en su pueblo natal. Fue un golpe a toda una comunidad que aún clama por justicia, por respuestas, por consuelo. Pero más allá del dolor, lo que se impone en el mensaje de Sonia es la luz. La luz de un amor que trasciende la muerte, que sobrevive en cada palabra, en cada silencio, en cada lágrima.
Juan Cruz sigue vivo en la memoria de quienes lo amaron, en la lucha de quienes no bajan los brazos y en el corazón de una madre que, a pesar de todo, no deja de hablarle, de pensarlo, de sentirlo.
Porque el amor de una madre nunca muere. Porque Juan Cruz, para Sonia, “siempre será su sol”.
El 29 de junio de 2018, Juan Cruz Ibáñez, un joven de 23 años oriundo de Murphy, Santa Fe, fue brutalmente asesinado en su departamento de Rosario mientras dormía. El autor del crimen fue Lucas Ezequiel Ojeda, quien tenía 17 años al momento del hecho. Ojeda escaló hasta el segundo piso del edificio ubicado en Zeballos al 2100, ingresó al departamento de Juan Cruz y lo atacó con un arma blanca, provocándole 26 heridas mortales.
Tras el crimen, Ojeda se duchó en el departamento, se cambió de ropa, intentó huir en el auto de la víctima sin éxito y finalmente escapó en un taxi con varias pertenencias de Juan Cruz. Fue detenido el 3 de julio de 2018 mientras intentaba fugarse a la provincia de Chaco.
En marzo de 2022, la jueza de Menores María Dolores Aguirre Guarrochena condenó a Ojeda a 17 años de prisión por homicidio criminis causa. Posteriormente, en septiembre del mismo año, la Cámara Penal agravó la condena a 23 años de prisión, considerando la extrema gravedad del hecho.
Juan Cruz era un estudiante destacado de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), donde le faltaban dos materias para recibirse de ingeniero. Había sido reconocido por la NASA por su desempeño académico y trabajaba en una empresa de investigación tecnológica.
Su familia y amigos continúan recordándolo con cariño y exigiendo justicia por su trágica pérdida.